Hoy os traigo un experimento con un ingrediente que he descubierto hace poco y que me ha encantado.
Las berenjenas chinas. Familia de las berenjenas de toda la vida, éstas son más finas y alargadas, de un morado más claro, tirando más a violeta.
Me encantan sólo verlas, como no, si soy la loca del morado.
Y porque son deliciosas, suaves y sanas también claro.
Pues vamos a hacer una receta con ellas que me ha parecido estupenda como un entrante ligero y sano para estos días de fiestas navideñas.
¿Qué es poco típica? Pues sí, ¿y qué?
Es que estoy cansada un poco bastante de lo de siempre y los excesos de estas fechas.
Excesos de consumismo, regalos sin sentido, aglomeraciones de gente en todas partes y barbaridades de comida que acaba en la basura.
Así que, aquí ando intentando evitar excesos, banalidades y “sin razones” que por costumbre ni nos planteamos cambiar.
Regalos los justitos, que sean útiles y prácticos. Con justitos me refiero a uno para cada uno y ya, nada de ochocientas mil cosas, sobre todo para los más peques. Tenemos de todo y nos sobra mucho de lo que tenemos, así que, ¿para qué más?
Consumo el mínimo.
No he comprado ni un sólo adorno navideño, los de otros años valen, mi hija hace mil (y no tengo billones porque la digo que pare, jajaja…).
La mesa queda monísima con lo que tenemos.
De centro de mesa un buen plato de comida y menos cataticos decorativos.
No he pisado ni un sólo centro comercial. Me gustan poco, pero en estas fechas los odio. No puedes aparcar, ni andar, colas, todo tirado y revuelto en las tiendas…
Regalos de los comercios locales y alguna compra por internet: sin gastos ni agobios de coche ni grandes superficies, sin colas, al ladito o sin moverte de casa, ahorras tiempo y dinero en desplazamientos y ayudas al pequeño comercio.
Y con la comida igual.
No he comprado todavía ni un solo polvorón, ni turrón, ni mantecados ni nada por el estilo. Creo que no voy a comprar. Haré algún postre rico y más o menos saludable para los días señalados y para qué más. Ahorras y no engordas, todo en uno.
Y para los menús, ¿por qué comer besugo, típico en estas fechas, pudiendo comer una deliciosa corvina? El besugo lo disparan de precio, la corvina no, y lo podemos comer el resto del año. Y así una larga lista de productos que podemos sustituir por otras delicias.
¿Qué soy rara? Pues oiga sí, diferente que digo yo. Y a mucha honra. Que de lo otro está mundo el lleno.
Total, que volviendo al tema de las berenjenas, además de ricas riquísimas, son sanas, ligeras y os van a quedar super vistosas en la mesa, mirad mirad
Cuando me las trajo a casa, dije ¡qué hago yo ahora con esto!
Y resulta que hay un plato de la cocina china con esta preciosa hortaliza y que pintaba muy bien.
Vi los ingredientes y me gustó la combinación así que allá que nos lanzamos a probar y ha quedado de muerte.
Este plato de berenjenas podéis servirlo como un entrante tal cual o como acompañante de otro plato como un arroz o guarnición para un filete.
Las podéis tomar tanto calientes como ya templadas, con lo que es perfecto para tenerlo preparado para las cenas y comidas de Navidad y simplemente sacarlo en el momento de sentarnos a la mesa.
A mí me han gustado más calentitas, pero igualmente lo podéis tener preparado y a la hora de ir a la mesa calentarlas un poquito en la sartén.
La receta está adaptada de ésta de El comidista.
Aquí os dejo mi versión.
Ingredientes (para dos personas como primer plato solas):
• AOVE (aceite de oliva virgen extra)
• 6 dientes de ajo
• Unas cuatro berenjenas chinas (puedes hacer la receta también con las normales de siempre, he probado y muy ricas también)
• 2 cucharadas de salsa de soja sin gluten (salsa tamari)
• 2 cucharadas de vinagre de arroz
• 1 cucharada de azúcar moreno de caña integral o panela
• 1/2 cucharadita de guindilla roja seca picada
• 1 pizca de sal
• Sésamo negro o tostado normal (opcional)
• Cilantro (opcional)
Elaboración:
Pelamos y picamos los ajos bien pequeñitos.
Lavamos las berenjenas y las cortamos en rodajas. Se oxidan muy rápido si no se cocinan enseguida, así que hay que picarlas justo cuando vayamos a usarlas.
En un wok o sartén grande ponemos un poco de AOVE a calentar.
Añadimos los ajos.
Cuando empiecen a dorarse, incorporamos las berenjenas cortadas y rehogamos unos cinco minutos a fuego medio fuerte.
Añadimos el vinagre, el azúcar, la sal, la guindilla y la salsa de soja y revolvemos.
Dejamos que se hagan a fuego suave unos 15 minutos, hasta que las berenjenas estén uniformemente suaves.
Las probamos y podemos corregir la salsa a nuestro gusto, más sal o azúcar, soja, vinagre o guindilla según nos guste más o menos dulce, salada o picante.
Al momento de servirlas echamos por encima un poco de cilantro picado y semillas de sésamo negro (o tostado normal)
Listo y ¡a disfrutar!